Visitar iglesias con encanto, ¡sumérgete en la arquitectura!
En la comarca del Alto Gállego hay muchísimo que ver. La arquitectura religiosa destaca especialmente por su variedad y riqueza. Hoy, en nuestro blog, os hablaremos de dos iglesias muy cercanas a nuestros apartamentos.
Biescas: Iglesia Parroquial de San Salvador y San Pedro
Biescas se ubica al norte de Sabiñánigo, actualmente a las dos orillas del Gállego, más su núcleo primitivo situado en altura y presidido por la parroquial dedicada a San Salvador y San Pedro, radica en la margen izquierda del río.
El templo fue destruido en la Guerra Civil y de su hechura original del XII queda la cabecera. El resto es moderno. Fue templo de nave única, canónicamente orientado y su cabecera está realizada con buenos sillares. Canecillos simples sustentan la cornisa. Un alargado ventanal de derrama doble, centra el cilindro absidal.
El presbiterio, amplio, articula con el ábside mediante una lesena marginal a modo de pequeño contrafuerte. En el interior el ábside cubre con medio cañón y la bóveda presbiteral, está rehecha por destrucción de la original. En el exterior pueden localizarse algunas marcas de cantería, repitiéndose la que representa una «E» redondeada y con sus líneas rematadas por trazos. También un báculo.
En el interior encontramos la nave original desvirtuada por la apertura de capillas laterales que casi triplican su anchura original.
La zona original es la cabecera. Cilindro absidal y presbiterio amplio cubiertos por cuarto de esfera y medio cañón respectivamente. Cabecera sobria en la que solo destaca una imposta biselada recorriendo ábside y presbiterio. El vano es derramado, sencillo. En el lado sur del presbiterio hay una amplia credencia.
La pila bautismal es la original. Posee una prolongación posterior que señala hacia una posición adosada al muro.
Panticosa: Ermita de San Salvador (Cementerio)
En Panticosa encontraremos paisajes de ensueño, donde la línea horizontal no existe. Merece la pena visitarlos y contemplar desde lo alto el embalse de Bubal y acercarse luego hasta el lago del balneario, ibón pirenaico aprovechado como estación termal y balneario de aguas sulfurosas desde época romana y que alcanzó renombre en el siglo XIX de la mano de Perico Chicote. Hoy resurge con fuerza gracias a una decidida apuesta empresarial que lo situará de nuevo en primera línea del turismo de lujo pirenaico.
En el extremo nordeste del caserío, en una pequeña zona amesetada, decididamente elevada sobre el mismo, se halla el cementerio local, y en el interior de su recinto la ermita de San Salvador, en función de «depósito de muertos» como reza antigua inscripción en azulejo.
El edificio se halla orientado al norte, tiene unas dimensiones de 17 x 7 metros y se compone de nave con tejado a dos aguas y pequeña cabecera plana al este. Perfectamente encalados y camuflados sus muros es difícil reconocer su estructura formal, en la que seguro hay restos del templo original románico.
Hacia los pies del muro sur, hallamos un tímpano románico que corona un vano cegado del que asoman las jambas y del que es difícil decantarse acerca de si es la portada original del templo, o se recolocó dicho tímpano sobre una nueva estructura.
Lo que es evidente es la belleza del tímpano que semioculto por la cal, muestra tres círculos tangentes. El central, doble, de mayor diámetro, luce un crismón trinitario de tipo oscense, con sus símbolos en posición ortodoxa y tilde bajo el vano de la «P». A ambos lados, sendas cruces en círculos de menor tamaño. De brazos iguales, sobre astil y ancorado el del lado derecho.
Hacia la parte anterior del muro sur, vemos el perfil cegado de donde hubo capilla lateral adosada. En él, una aspillera y sobre la misma, empotrado, advertimos un sillar con crismón labrado en él. Se trata de otro crismón trinitario, del tipo oscense, también con tilde bajo el vano de la «P»; pero de hechura mucho menos elaborada que el anterior. Para el citado Olañeta, pudiera proceder del primitivo templo dedicado a Santa María, anterior a la actual parroquial del lugar y datable a mediados del XII…
Aún pueden verse en un par de zonas concretas canecillos sencillos que indican el nivel de la nave primitiva.
Al interior del templo, poco que ver, quizá en parte por el encalado de los muros. Se dedica a almacén municipal.